lunes, 18 de abril de 2011

Casos reales: Sara Álvarez, promesa del judo nacional.

Sara Álvarez afronta con optimismo su dura recuperación, que se prolongará dos años más


08/02/2010 - Sonia Pavlicevic / El Progreso (Lugo)
25 de octubre de 2009. París. Sara Álvarez no olvida el día en que los 160 kilos de peso de su rival en las semifinales del Mundial sub 20 de yudo cayeron sobre su rodilla izquierda provocándole una de las lesiones más escalofriantes que existen. Es más, la lucense, gran promesa del yudo nacional, lleva tatuada la fatídica fecha en su costado izquierdo.
Ese día, grabado en su piel y en su memoria, la lucense cambió el éxito por el lado más oscuro del deporte. Ese en el que los aplausos y los trofeos son sustituidos por clínicas de rehabilitación y operaciones. Los médicos fueron claros desde el principio.
"Me dijeron que no sabían si podría volver a competir. Pero ya se sabe, siempre exageran", comenta risueña desde la camilla de la clínica de rehabilitación a la que acude cada tarde. Pero las primeras impresiones no invitaban al optimismo. El diagnóstico fue demoledor: ambos ligamentos cruzados rotos, el ligamento exterior también roto, desgarro del bíceps femoral y el nervio ciático dañado.
"De los cuatro ligamentos que sujetan la rodilla solamente se le quedó entero uno", explica la fisioterapeuta que trata a Sara Álvarez y que reconoce que nunca había visto una lesión de tal calibre.
"En un primer momento no fui consciente del alcance. Sentía que la rodilla me ardía", recuerda la lucense, que una vez en la ambulancia y al verse en el techo del vehículo observó que tenía la rodilla 'colgando de un hilo'. Fueron los momentos más duros para la yudoka.

Sola y asustada en París.
"Estaba sola en otro país y con ganas de ver a mi familia. En esos momentos pensé en dejar el yudo", dice. Al susto inicial le siguió una operación de más de cinco horas en Madrid y luego cerca de dos meses con la escayola a cuestas. En ese periodo Sara Álvarez dejó de lado el cabreo inicial que le hizo plantearse dejar el yudo y lo sustituyó por el optimismo que ahora asoma en cada frase que pronuncia.
"Un deportista siempre es consciente de que algo así le puede pasar. Lo bueno es que me ha pasado siendo joven, con lo cual tengo tiempo para volver. Eso sí, yo si vuelvo es para estar donde estaba antes: arriba", asegura.
Su vuelta a los tatamis pasa por una rehabilitación costosa y larga que la yudoka se toma de la mejor manera posible. Es su nueva rutina y Sara Álvarez la asume con paciencia, una virtud que, asegura, ha desarrollado tras la lesión. "Por la mañana voy al gimnasio, luego a clase y después de comer otras dos horas de rehabilitación". La última hora de la noche la reserva para ir al gimnasio en el que solía entrenarse.
"Voy para ayudar, para animar y también para que mis compañeros me den un poco de envidia", dice. Una envidia que todavía le durará un tiempo, ya que la lucense deberá volver al quirófano en el mes de diciembre de este año. Luego le espera al menos otro año y medio de rehabilitación.
"No pienso en el tiempo que queda, solamente tiro para adelante" cuenta Álvarez, que ahora aprovecha para llevar la vida de una chica de 18 años, algo que antes no podía hacer.
"Voy al cine, estoy con mis amigos y familia, incluso puede que salga alguna noche", confiesa la adolescente, que está dispuesta a aprovechar el tiempo libre que le deja la ausencia de campeonatos. Eso sí, sólo hasta que vuelva la campeona. Que sea pronto.
  • El médico de Cristiano Ronaldo. El mismo médico que trata a Cristiano Ronaldo fue el encargado de operar a la lucense en octubre, en una intervención que duró más de cinco horas. La lesión de Sara Álvarez coincidió con la que el portugués sufrió el pasado año. En una rueda de prensa nacional sobre el estado del futbolista del Madrid, el prestigioso doctor Pedro Guillén aseguró en referencia a la lucense: "Lo de Cristiano no es grave, grave es lo de una niña que tengo y que tiene la rodilla destrozada".
  • Ni un 'lo siento'. Sara Álvarez nunca recibió una disculpa ni un al menos un lo siento de la yudoka ucraniana que le causó la lesión. Paradójicamente, la deportista del Este fue la única en no solidarizarse con la lucense, a la que le han llovido muestras de cariño y apoyo.
  • Palmarés. Antes de caer lesionada Sara Álvarez era considerada una de las mayores promesas del yudo nacional, algo que le hizo ganarse la convocatoria para el Mundial absoluto del pasado año. Campeona de Europa sub 20 y subcampeona nacional absoluta en el 2009,  Álvarez contaba sus torneos por podios.
   El Progreso 08/02/2010

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